domingo, 1 de junio de 2014

¿Apagar el fuego de la crisis con la gasolina de la desigualdad?

Rajoy ya tiene su receta para salir de la crisis: bajar los impuestos a las empresas. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística muestran la drástica disminución de la recaudación por este concepto, que ha pasado de 44.823.174.000 euros ( cuarenta y cuatro mil millones de euros) a apenas 16,604,553,000 Euros ( diecisesis mil millones de euros) es decir, un 63%, tal y como muestran las cifras del INE:

2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
26019913 32495275 37207602 44823174 27301403 20188454 16197767 16604553




Los dos únicos móviles para perpetrar este delito contra las rentas del trabajo, que sufren una tributación mucho mayor puede ser la creencia que bajando el tipo, subirá la recaudación ( famosa curva de Laffer) o que al aumentar las beneficios empresariales, aumentarán la inversión, y con ello el empleo. Ambas son falsas de toda falsedad.

Esta bajada no ha sido casualidad. Se decidió en la reunión entre Rajoy y los presidentes de las empresas del Ibex 35 hace apenas un mes. Hace pocos días, como si el presidente de Telefónica, César Alierta conociera de antemano la bajada, aseguraban que de 100 euros que ingresa telefónica paga 25 en impuestos. Es la mayor de las falacias que he escuchado en mi vida. De los 25 euros en impuestos, 21,5 los paga el ciudadano ( el IVA, la empresa es una mera recaudadora) y 4,5 Telefónica. Es decir, reconoce que apenas paga 4,5 euros por cada 100 euros que ingresa. Y es que el tipo efectivo de las grandes empresas es del 3,5% y mientras que el tipo de las pequeñas o medianas es del 17%. ¿ Y las empresas multinacionales extranjeras? Estas apenas pagan impuestos gracias a la “prima empresarial” de las SICAV, que se llama ETVE y de los precios de transferencia, gracias a los cuales las matrices en paraísos fiscales, o países de baja tributación, facturan a la filial española ( Google, Apple, Microsoft etc.)



Las grandes fortunas también pagan menos. Los rendimientos del trabajo tributan a tipos más altos que los del capital. Si a esta situación le sumamos la reducción del impuesto de sucesiones y la práctica eliminación del de patrimonio, tendremos un sistema tributario que beneficia a los tenedores de capital ( capitalistas) y perjudica a quien su único patrimonio, es el trabajo, es decir, la inmensa mayoría de españoles. Las cifras son contundentes: Los hogares con ingresos más bajos destinaron entre un 30% y un 36% de sus recursos a pagar impuestos en 2011, mientras que si vamos a las clases medias o altas el esfuerzo fiscal se reduce al 22%. Sin tener en cuenta el fraude fiscal.

La realidad es que el gobierno defiende a los ricos y empobrece a los pobres. Lo dicen las cifras y he sido testigo: El reglamento de las SICAV fue redactado, tiempo ha, por el bufete de abogados Cuatrecasas por encargo de Convergencia i Unió, quien presentó la tributación de las grandes fortunas españolas. Y fui testigo de ello.
Aumentar la desigualdad contribuirá a empeorar las consecuencias de la crisis y provocará una reacción más radical, en el sentido opuesto. Parece que el Sr. Rajoy ya está preparando las maletas para volver al sector privado y piensa que la mejor forma es dejar una herencia de desigualdad, favoreciendo a los suyos.

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